A medida que nos acercamos a las vacaciones de verano, algunos de nosotros hacemos planes no sólo para disfrutar de un tiempo de calidad con nuestras familias, sino que también soñamos con un retorno tranquilo una vez estemos de vuelta a la normalidad de la oficina.
Mejora tu calidad de vida planificando la transición de la pausa a la acción y viceversa.
Tengo amigos que sufren verdaderas pesadillas con esto último. Si este es tu caso, lo primero que necesitas es planificar una transición del despacho al verano y de las vacaciones al lugar de trabajo de un modo que equilibre tu vida laboral y tu vida privada con sencillos hábitos saludables.
Te sugiero que durante los próximos días consideres los siguientes consejos para gestionar esta transición con energía:
1. Llega a tiempo.
La puntualidad ayuda a la productividad. La puntualidad muestra el respeto por el tiempo del otro, pero también para ti mismo.
2. No pierdas tu tiempo.
El tiempo es limitado, en vacaciones y en el trabajo. Hay verdaderos ladrones de tiempo que te lo harán desaprovechar fácilmente. Prepárate para sacar el máximo rendimiento de tu tiempo con la familia. Ni pospongas tus planes de salida de vacaciones, ni tampoco te lleves tareas del trabajo a casa para terminar más adelante. Disfruta del lujo de estar desconectado.
3. No pierdas el tiempo de los demás.
No arrastres a tus compañeros, jefes o colaboradores en actividades improductivas. No provoques retrasos en su trabajo por no haber hecho el tuyo a tiempo.
4. Vete a la hora.
Esto te ayudará a mantener un estadio elevado de motivación, tanto antes de salir de vacaciones como una vez de vuelta a la oficina. Sal siempre a la hora. ¿Qué es "a la hora"? Lo que entiendas por salir “a la hora” es algo que queda completamente a tu criterio, pero intenta seguir una rutina. Hay profesiones que, por su naturaleza, exigen largas horas de trabajo. Incluso en dicho caso, la idea de salir "a la hora" te dará la sensación de mantener tu horario bajo control.
5. Incrementa tu productividad.
Mi carrera ha sido raramente poliédrica y durante mis primeros años “quemé la vela por ambos extremos”, como dicen los ingleses, en jornadas extenuantes de apasionante trabajo. A veces, me quedaba en la oficina sólo por placer. Después vino una expatriación de prácticamente ocho años extraordinariamente estimulantes en entornos internacionales, y de vuelta, me subí al servicio público en un período político excepcionalmente desafiante. Todo ello me ha ayudado a ser un profesional más eficiente y mejor equipado para afrontar mayores retos. Si bien disfrutar del trabajo es fundamental, recomiendo fomentar una cultura de la eficiencia en vez de la presencia. Te ayudará a ser más productivo.
6. Reduce la hora de comer a 45' o menos.
A muy estirar, 60'. Olvida la charla post-comida. Utiliza el tiempo que ganas con ello para asuntos personales, hacer la compra, revisar tus correos electrónicos personales, ir al gimnasio, etc. o simplemente vuelve al despacho para que puedas estar antes en casa.
7. Más tiempo para la familia y el ocio significa más tiempo para ti.
Mantén a la familia y el ocio en un lugar prioritario, siempre, tanto en vacaciones como cuando estés de vuelta en la oficina. No hay que esperar hasta las siguientes vacaciones para disfrutar de su familia.
8. Duerme.
Recuerdo dos períodos de mi vida donde estaba más agotado y ninguno de ellos se debió a los exigentes retos profesionales que he podido vivir. Uno fue durante las primeras semanas de vida de mi hijo menor, fue una temporada muy dura. Durante un período, no pude dormir más de dos horas seguidas. Se hacía realmente difícil mantener la productividad al nivel esperado. Ahora lo adoro, pero era (y aún es) un precioso chico desafiante. El otro fue durante un período donde tuve la desgracia de vivir en una casa situada justo debajo de la línea de despegue de los aviones del aeropuerto de Bruselas. No se lo desearía ni a mi peor enemigo. Afortunadamente, puedo tirar con 5 horitas de buen sueño. Cuando me muevo en menos de eso o con descanso interrumpido, ya es más difícil. Este punto es importante puesto que, durante las vacaciones, las noches terminan tarde y el sueño es más pobre. Los biorritmos se desajustan. Intenta transitar suavemente de un ritmo a otro. Con sólo anticipar una hora el momento de acostarte, mejorarás tu productividad y calidad de vida.
9. Planifica.
Es la manera más efectiva de sacar el máximo partido al tiempo. La regla de los tres ochos (8 horas de sueño, 8 horas de trabajo, 8 horas de ocio) es algo utópica ante las exigencias de hoy en día, pero intenta ajustarte lo más posible a esa máxima. Y bueno, si eres una persona completamente realizada en tu profesión, siempre puedes contar tu jornada laboral como tiempo de ocio. Durante las vacaciones, no te abandones por completo. Disfruta de los placeres de la desconexión, pero mantente activo mentalmente. Reserva tiempo también para hacer deporte.
10. Olvídate de las horas de trabajo ininterrumpidas.
Si ya es difícil pasar de los largos días de trabajo previos al verano, a no hacer nada durante las vacaciones, imagina lo que supone ir de la desconexión completa a correr una maratón todos los días. Volver a la rutina tras las vacaciones no significa quedarse a vivir en la oficina. Un cambio tan brusco sólo puede estresarte a ti y a los que te rodean.
Si sientes ansiedad, incluso antes de salir de vacaciones, por la lista infinita de correos electrónicos que te esperan a la vuelta. O si, por el contrario, anticipas un verano complicado porque puedan acentuarse las tensiones familiares, es el momento de que te tomes un descanso.
Explora los distintos tipos de apoyo que están a tu alcance, pero no pierdas la oportunidad de mantener tu motivación vital y tu productividad alta. En VITAES TALENT no nos iremos de vacaciones contigo, pero como expertos en la transformación de las organizaciones y gestión del cambio, te podemos acompañar en el reto de convertir la gestión de tu empresa en más eficiente, productiva y estimulante para todos.
¿Estás preparado?
¡Disfruta del verano!
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