¡Esta semana tuve el privilegio de regresar a Esade para asistir a la inspiradora disertación del Profesor Oriol Iglesias sobre empresas conscientes, plasmada magistralmente en su nuevo libro "Empresas con Conciencia: Más allá de la Responsabilidad Social Corporativa"! ¡Os lo recomiendo!
Según el Prof. Iglesias, las próximas dos décadas nos traen una ola de disrupción y transformación empresarial impulsada por la necesidad de responder a una tendencia emergente y exponencial que no tiene marcha atrás; la conciencia y atención por un entorno más humano y respetuoso con todos los agentes involucrados.
Se trata de una dinámica que va mucho más allá de la Responsabilidad Social Corporativa. Como se argumentó en la sesión, mientras que muchas organizaciones han tratado de dar respuesta a las crecientes presiones de think-tanks, creadores de opinión y otras macrotendencias económicas y sociales, mediante grandes inversiones en programas de RSC, sostenibilidad y sellos varios, estas iniciativas suelen sufrir de algunas carencias relevantes. Primero, se trata de actividades que en muchos casos se impulsan desde un departamento aislado, pero que no se integran de forma transversal en toda en la organización. Además, esas estrategias de RSC tienden a no estar integradas en el corazón de la estrategia de propio negocio. Finalmente, desafortunadamente, todavía hay demasiadas organizaciones que invierten en este tipo de iniciativas para simplemente minimizar riesgos reputacionales, a modo de greenwashing.
Así, tras décadas de un liderazgo empresarial al servicio, principalmente, de los accionistas -sin lograr dar respuesta a todos los intereses en juego-, las empresas conscientes no solo se comprometen a construir negocios rentables, sino que también abordan desafíos globales como el cambio climático y las desigualdades sociales. Tienen una visión equilibrada de sus grupos de interés y buscan crear valor para todos (imposible de desarrollar en este artículo la riqueza de la conferencia y el libro que le sirve de base).
Además, estas empresas no solo tienen una conciencia organizativa sólida, sino que promueven un estilo de liderazgo consciente, que se caracteriza por combinar el desarrollo de liderazgos auténticos, capaces de defender con coraje su propósito y los principios de la empresa, con liderazgos servidores y empáticos hacia todas las necesidades implicadas.
Quienes soléis leerme, ya sabéis que abogo por un liderazgo consciente. Que en todas mis conferencias hablo del comportamiento humano aplicado a las organizaciones y que mi libro “El Viaje. Los 4 ejes del liderazgo para llegar a la cumbre: Consciencia, Relaciones, Emociones y Acción” es un relato sobre un liderazgo más humanista, en que productividad y transformación de una empresa van de la mano con el bienestar de las personas, desde la conciencia y las emociones.
Me alegró ver esta amable coincidencia entre ambos libros; es hora de liderar con conciencia y transformar nuestros negocios para un futuro sostenible, que dé respuesta a todas las partes.
Hasta aquí, de por sí, el modelo que plantea el profesor Iglesias tras años de investigación y observancia de datos objetivos es muy inspirador. Sin embargo, para mí, lo más fascinante es que Oriol (aquí ya me permito obviar el título de profesor, de PhD y demás etiquetas) es amigo mío desde que tenemos uso de razón. Hemos crecido juntos al borde de bosques y barrancos, jugado al futbol en las calles de nuestro pueblo y al baloncesto en el portal de su casa, subido montañas y corrido por el río, hemos ido juntos a por setas y salido de fiesta, literalmente, cientos de veces y, nunca, nunca, nunca, tras estos más de cuarenta largos años, le había visto exponer académicamente. Siempre pendientes de cosas más mundanas, nunca habíamos compartido reflexiones intelectuales, y ha sido fascinante. Quizá sea por aquello de que no somos conscientes de que, a menudo, la normalidad de lo que tenemos a nuestro lado es precisamente, lo más extraordinario.
A veces es necesario irse al otro lado del mundo para tomar conciencia de todo lo que tenemos en nuestra propia mano.
Oriol ¡et desitjo tots els èxits del món!
Josep Maria
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